Un tiempo para reflexionar en oración al final del año
¿Necesita ayuda para entender la Biblia?
Pida una Biblia de estudio gratuita que le ayudará a entender la Palabra de Dios.
Pídala ahora
En el arreglo que Dios hizo del universo, el paso del tiempo está marcado por días, meses, estaciones y años. Experimentamos cada intervalo de veinticuatro horas al día, alrededor de treinta días al mes y varios meses por estación, sin interrupción.
Pero cuando el año está por terminar, a menudo nos sentimos sorprendidos de lo rápido qué ha pasado el tiempo y nos preguntamos a dónde se fueron los últimos 365 días.
En el ajetreo de nuestras vidas, sería fácil dejar que el año termine sin darle tanta importancia. Pero el fin de año es una oportunidad única para apartar un tiempo especial de oración personal y comunión con el Señor sobre el año que acabamos de vivir. Al abrirle nuestro corazón a Él, podemos concluir el año de una manera significativa y prepararnos para el nuevo año que se avecina.
Permitir que el Señor resplandezca sobre nosotros
Al comenzar nuestro tiempo dedicado con el Señor y abrirle nuestro corazón, Él tiene la oportunidad de resplandecer sobre nosotros y hacernos conscientes de cualquier pecado que aún no hayamos tratado.
Dado que los pecados que cometemos interrumpen nuestra comunión con el Señor, no podemos ignorarlos. Necesitamos confesar nuestros pecados a Él.
En 1 Juan 1:9 se nos dice:
“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados, y limpiarnos de toda injusticia”.
Cuando confesamos nuestros pecados, experimentamos el perdón y la limpieza de Dios. Es bueno mantener cuentas cortas con el Señor y no permitir que se acumulen los pecados no confesados. No queremos cargar con nada que afecte negativamente nuestro andar con el Señor en el nuevo año. Al tratar con cualquier pecado sin resolver, podemos comenzar el nuevo año de manera positiva.
Apreciar el cuidado del Señor para con nosotros
En nuestro tiempo con el Señor, podemos reflexionar sobre cómo Él nos ha cuidado, tanto material como espiritualmente, durante este último año. Esto inspira en nosotros un sentimiento de gratitud al recordar cómo el Señor ha sido nuestro Pastor, cuidándonos sin falta tanto en nuestras circunstancias difíciles como en ocasiones alegres.
Mientras recordamos ejemplos de la fidelidad de Dios, podemos dar testimonio como lo hizo el profeta Jeremías en Lamentaciones 3:22-23:
“Por la benevolencia amorosa de Jehová no hemos sido consumidos, pues no fallan Sus compasiones. Nuevas son cada mañana; grande es Tu fidelidad”.
Cada mañana durante este último año, sin importar la condición en la que estuvimos, fuimos recibidos con las tiernas compasiones de Dios. Reflexionar sobre los detalles de nuestro año nos hace ver Su gran fidelidad hacia nosotros, en los asuntos grandes y pequeños. Sin duda, nuestros corazones se llenarán de agradecimeinto y alabanzas hacia Él.
Ser refrescados en el amor del Señor
Si dedicamos tiempo a reflexionar sobre la benevolencia amorosa, las compasiones y la fidelidad del Señor, sin duda nos daremos cuenta de cuán grande es Su amor para con nosotros. Su amor incluso lo llevó a morir por nosotros para que pudiéramos ser perdonados y lavados de nuestros pecados y disfrutar de la comunión con Él.
A través de todos los altibajos de nuestro año, ya sea que nos diéramos cuenta o no, Dios nunca dejó de amarnos. Como nos dice Romanos 8:38-39:
“Por lo cual estoy persuadido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni potestades, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Podemos estar tranquilos sabiendo que Dios siempre nos amará y que nada podrá separarnos de Su amor. Al considerar el gran amor de Dios para con nosotros, nuestros corazones se llenan de amor por Él. Podemos agradecerle por amarnos y decirle una y otra vez que lo amamos.
Ofrecer una consagración fresca al Señor
Durante este tiempo de comunión con el Señor, también podemos ofrecerle una consagración fresca. Esto simplemente significa que le entregamos a Él cada aspecto de nosotros mismos y de nuestras vidas. Consagrarnos al Señor nos mantiene andando en Su camino y le da el espacio para crecer y obrar en nosotros. Nuestra consagración también nos introduce en un disfrute fresco de todo lo que Dios es.
Romanos 12:1 dice:
“Así que, hermanos, os exhorto por las compasiones de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro servicio racional”.
En la víspera de un nuevo año, podemos recordar las compasiones de Dios y consagrarnos al Señor. Podemos orar algo sencillo como esto:
“Señor Jesús, gracias por Tu fidelidad, Tu amor y Tus compasiones. Señor, te amo. Me ofrezco a Ti nuevamente. Te doy este nuevo año. Señor, te concedo la libertad para obrar en mí”.
Aprender a contar nuestros días
En el Salmo 90, Moisés habló de la brevedad de la vida humana. En el versículo 12, le pidió a Dios:
“Enséñanos, pues, a contar nuestros días para que adquiramos un corazón de sabiduría”.
Es saludable considerar cuánto tiempo podríamos vivir en esta tierra y cuán fugaz es realmente la vida humana. El versículo 10 de este Salmo dice: “Los días de nuestros años son setenta años, o, si hay vigor, ochenta años”. Deberíamos pedirle al Señor que nos conceda misericordia para que cada uno de nuestros días cuente en Sus ojos.
Nuestra comunión con el Señor sobre este asunto debería hacernos comprender la preciosidad de cada día. Cada día del nuevo año que tenemos ante nosotros está lleno de oportunidades nuevas para que lo conozcamos, crezcamos en Su vida, lo disfrutemos en su Palabra y lo experimentemos como Aquel que vive en nosotros. Al pasar este tiempo en comunión con Él, podemos recordar de nuevo que vivimos en esta tierra para el propósito de Dios.
Oramos que cada uno de nosotros tenga una buena conclusión a este año al apartar un tiempo especial con el Señor, y que todos podamos comenzar el nuevo año con una consagración fresca a Él.
Una excelente manera de comenzar el año nuevo es empezar a leer la Biblia consistentemente. Si usted vive en los Estados Unidos, puede pedir una copia gratuita del Nuevo Testamento Versión Recobro aquí.