Cantar con nuestros corazones al Señor

¿Necesita ayuda para entender la Biblia?

Pida una Biblia de estudio gratuita que le ayudará a entender la Palabra de Dios.

Pídala ahora
notas musicales

En la Biblia, encontramos muchos ejemplos del pueblo de Dios alzando sus voces a Él en canto. Por ejemplo, Salmos 104:33 dice:

“Cantaré a Jehová mientras yo viva; cantaré salmos a mi Dios mientras yo exista”. 

La práctica de cantar a Dios ha continuado a lo largo de los siglos. Hoy en día, cuando nos reunimos con otros creyentes, cantar es a menudo parte de nuestra adoración a Dios.

Pero cantar al Señor no es sólo algo que hacemos cuando estamos con otros en un día determinado o en un lugar determinado. En realidad, podemos cantar himnos todos los días de nuestra vida cristiana, en cualquier momento y en cualquier lugar.

En esta entrada, veremos algunos de los beneficios maravillosos de cantar al Señor a fin de ser animados a desarrollar esta práctica en nuestra vida diaria.

Cantar calienta nuestro corazón 

A veces, cuando nos despertamos por la mañana, podríamos sentirnos desanimados, sin sentir mucho hacia el Señor. Todo tipo de pensamientos y ansiedades podrían inundar inmediatamente nuestra mente, entristeciéndonos antes que comience el día.

Pero abrir nuestra boca para cantar calienta nuestro corazón y nos ayuda a centrar nuestros pensamientos en Él.

Por ejemplo, sin importar cómo nos sintamos, podemos comenzar nuestro día con un himno como Tal como soy. Inmediatamente nos sentimos alentados por las palabras de la primera estrofa:

Tal como soy, sin más decir
Que en Tu sangre yo creí,
Ya que me invitas vengo así,
Cordero de Dios, vengo a Ti. 

Las palabras de este himno tocan nuestros corazones. Mientras cantamos, apreciamos frescamente a nuestro Señor Jesús como el precioso Cordero de Dios que se sacrificó a Sí mismo para quitar nuestro pecado. Sentimos el deseo del Señor de que vengamos a Él, y venimos, tal como somos.

Con nuestro afecto y aprecio por el Señor conmovidos nuevamente, el tiempo que pasamos con Él por la mañana no es un deber seco; es una delicia. Disfrutamos Su presencia y somos refrescados y suministrados para enfrentar el día.

Las canciones que le cantamos al Señor por la mañana a menudo permanecen con nosotros durante el resto de nuestro día. Incluso recordar una sola línea puede animarnos y volvernos a Él una y otra vez.

Cantar permite que la palabra de Cristo more ricamente en nosotros 

En Colosenses 3:16, el apóstol Pablo vincula cantar con el hecho de que la palabra de Cristo mora en nosotros:

“La palabra de Cristo more ricamente en vosotros en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándonos unos a otros con salmos e himnos y cánticos espirituales, cantando con gracia en vuestros corazones a Dios”. 

En el Nuevo Testamento Versión Recobro, el primer párrafo de la nota 1 en este versículo explica qué es la palabra de Cristo:

“La palabra hablada por Cristo. Dios, en Su economía neotestamentaria, habla en el Hijo, y el Hijo no solamente habla por Sí mismo en los Evangelios, sino también mediante Sus miembros, los apóstoles y profetas, en el libro de Hechos, en las Epístolas y en Apocalipsis. Todas estas maneras de hablar pueden considerarse la palabra de Cristo”. 

La palabra de Cristo consiste en todo el Nuevo Testamento. Entonces, ¿qué significa permitir que esta palabra more ricamente en nosotros?

La nota 2 nos dice el significado literal de morar:

“Lit., esté en casa, resida, habite. La palabra del Señor debe tener suficiente espacio dentro de nosotros a fin de que pueda operar y ministrar las riquezas de Cristo a nuestro ser interior”.

Cuando permitimos que la palabra de Cristo habite en nosotros, esta palabra opera en nosotros y nos ministra las riquezas de Cristo. Todos definitivamente queremos eso, así que ahora veamos cómo sucede esto.

La nota 5 explica:

Enseñándoos y exhortándoos y cantando modifican al verbo morar. Esto indica que la manera en que permitimos que la palabra del Señor more ricamente en nosotros consiste en enseñar, exhortar y cantar”. 

Los creyentes de hoy hemos heredado un tesoro rico de canciones, himnos y cánticos espirituales escritos por otros cristianos a lo largo de los años. Muchos de ellos están llenos tanto de la comprensión como de la experiencia de verdades preciosas en la Palabra de Dios. Cantar tales himnos es una manera disfrutable de permitir que la palabra de Cristo more en nosotros. No sólo eso, también los podemos usar para enseñarnos y exhortarnos unos a otros.

Por ejemplo, cantar un himno como Qué garantía, mío es Jesús puede fortalecer nuestra fe y tranquilizarnos acerca de la seguridad eterna de nuestra salvación. Las dos últimas líneas de la primera estrofa nos recuerdan las cosas maravillosas que sucedieron cuando fuimos regenerados:

«Dios me compró, me dio salvación,
Me redimió y regeneró».

Estas palabras resuenan profundamente con nosotros porque son verdades que están en la Palabra de Dios. Veamos algunas de las frases de este himno:

Dios me compró se basa en Apocalipsis 5:9, que dice: “Tú [Cristo, el Cordero de Dios] fuiste inmolado, y con Tu sangre compraste para Dios hombres de toda tribu y lengua y pueblo y nación”.

Me dio salvación es de Hebreos 1:14, que se refiere a nosotros los creyentes como “los que han de heredar la salvación”. 

Me redimió se basa en Colosenses 1:14, que dice: «en quien [Cristo] tenemos redención, el perdón de pecados”. 

Y regeneró hace referencia a 1 Pedro 1:3, que dice que Dios “nos ha regenerado para una esperanza viva”. 

Con sólo cantar estas pocas líneas, cualquier duda se disipa. Y aprender un himno como este puede ayudar a que la palabra de Cristo more en nosotros y nos salva de estar ocupados con tantas otras cosas. 

Cantar himnos nos consuela y nos anima

Todos enfrentamos sufrimiento y dificultades a lo largo de nuestras vidas. Durante tales momentos, podemos sentirnos impotentes e incluso aplastados bajo el peso de las cargas que estamos soportando.

Agradecemos al Señor que muchos creyentes hayan escrito himnos basados en sus experiencias que nos animan cuando estamos en medio de pruebas.

A veces puede que no tengamos las palabras para orar, pero cantar un himno como éste (puede encontrar la melodía aquí) puede animarnos enormemente. El primer verso y el coro nos recuerdan que no importa por lo que estemos pasando, podemos volvernos al Señor y experimentar el consuelo de Su presencia:

Oh alma cansada y turbada
¿Sin luz en tu senda andarás?
Al Salvador mira y vive
Del mundo la luz es su faz.
Pon tus ojos en Cristo,
Tan lleno de gracia y amor,
Y lo terrenal sin valor será
A la luz del glorioso Señor.

Cantar nos ayuda a alabar y adorar al Señor

A veces, cuando pasamos tiempo con el Señor, brotan de nosotros sentimientos de gratitud y el deseo de alabarle. Al considerar todo lo que Él ha hecho por nosotros y todo lo que Él es para nosotros, podríamos encontrar que nuestras palabras son inadecuadas para transmitir la profundidad de nuestros sentimientos. 

Pero ciertos himnos pueden ayudar a convertir nuestros sentimientos en palabras y ser el medio perfecto para alabarlo y darle las gracias a Él. Y no tenemos que esperar por un momento o lugar especial para hacerlo. Podemos cantar para adorar y alabar al Señor dondequiera que estemos: en nuestro automóvil, dando un paseo, en cualquier lugar.

Por ejemplo, podríamos cantar algunas líneas del himno de Charles Wesley, Cristo ha resucitado:

Cristo ha resucitado,
¡Aleluya!
Victoria a Su pueblo ha dado
¡Aleluya!
Vuestros gozos proclamad,
¡Aleluya!
Cielos canten, tierra load, 
¡Aleluya!

La página web hymnal.net tiene una categoría completa llamada Alabanza al Señor llena de himnos de alabanza a nuestro querido Señor Jesús. Incluso aprender y cantar sólo unos pocos coros cortos al Señor puede enriquecer nuestra alabanza a Él.

Cantar nos ayuda a entrar en las experiencias profundas de otros creyentes

A lo largo de los siglos, muchos buscadores que aman al Señor Jesús lo han conocido y experimentado de una manera profunda e íntima. Algunos escribieron himnos expresando su aprecio por el Señor y sus experiencias personales de Él.

Al sólo leer las palabras de sus himnos, podemos entrar en sus experiencias y ser ayudados a desarrollar una relación personal, afectuosa e íntima con el Señor.

Por ejemplo, un himno de A.B. Simpson, autor de más de cien himnos, escribió acerca de su experiencia de permanecer en el Señor en este himno:

He aprendido el gran secreto
De habitar en el Señor; 
He probado de Su vida en
La palabra de mi Dios;
Y confiando en la sangre
Fuerza y paz recibo yo;
En Jesús me he perdido
Y me hundo en mi Dios. 

Cantar un himno como este nos inspira en nuestro propio andar con el Señor para ir en pos de conocerlo de esta manera. A pesar de que fueron escritos por otra persona, la letra se vuelve profundamente personal para nosotros.

Cómo cantar está relacionado con nuestro espíritu

En Efesios 5:18-19, Pablo instruye a los creyentes:

“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien, sed llenos en el espíritu, hablando unos a otros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y salmodiando al Señor en vuestros corazones”. 

Pablo contrasta estar embriagado con vino con ser lleno en el espíritu. En el Nuevo Testamento Versión Recobro, la nota 1 sobre la palabra embriaguéis en el versículo 18 explica:

“Embriagarnos con vino es ser llenos en el cuerpo, mientras que ser llenos en el espíritu (nuestro espíritu regenerado, no el Espíritu de Dios) es ser llenos de Cristo (1:23) hasta la medida de la plenitud de Dios (3:19). Embriagarnos con vino en nuestro cuerpo físico nos trae disolución, pero ser llenos de Cristo, la plenitud de Dios, en nuestro espíritu, hace que rebosemos de Cristo al hablar, cantar, salmodiar y dar gracias a Dios (vs. 19-20), y también hace que estemos sujetos los unos a los otros (v. 21)”. 

Seguramente a todos nos gustaría ser llenos en nuestro espíritu regenerado con Cristo. Pero ¿cómo puede suceder esto? La nota 1 en el versículo 19 nos dice:

“Los vs. 19-21 modifican la frase sed llenos en el espíritu del v. 18. Los salmos, himnos y cánticos espirituales no sólo son para ser cantados y salmodiados, sino también para que nos los hablemos unos a otros. El hablar, cantar, salmodiar, darle gracias a Dios (v. 20), y el someternos unos a otros (v. 21) no solamente son el rebosar producto de ser llenos en el espíritu, sino que también son la manera en que somos llenos en el espíritu”.

Así que cantar es tanto el resultado de ser lleno en nuestro espíritu como una de las maneras de ser lleno. Cuanto más cantemos con nuestros corazones al Señor, más nos llenaremos de espíritu con Cristo. Y cuanto más nos llenemos, más rebosaremos de Cristo en el canto. ¡Éste es un ciclo maravilloso!

Aclamar con júbilo al Señor 

Es animante saber que la Biblia no dice: “Canta con una voz hermosa” o “Asegúrese de no estar desafinado”. De hecho, Salmos 98:4 dice:

Aclamad con júbilo a Jehová, toda la tierra; prorrumpid, cantad de gozo, cantad salmos”. 

Cantar al Señor no es algo formal y ceremonial que deba hacerse de cierta manera. El Señor simplemente quiere que cantemos de gozo e incluso que aclamemos con júbilo a Él. 

Así que si no tenemos una buena voz para cantar o incluso que no tenemos oído musical, ¡todavía podemos cantar! Y nuestro canto estará lleno de júbilo al Señor. Nadie está descalificado para obtener todos los beneficios de cantar al Señor. Él sólo quiere que abramos nuestras bocas para cantarle con nuestros corazones. No importa cómo sonemos, cuando cantamos el Señor está feliz y estamos llenos de gozo.Esperamos que hayan disfrutado los himnos a los que enlazamos en esta entrada. Le animamos a que acuda a hymnal.net para aprender y disfrutar de más himnos que puede cantar al Señor. La página está en inglés, pero puede usar la función de búsqueda (localizada arriba a la derecha) para buscar himnos en español usando palabras claves como “salvación”, “adoración”, “alabanza”, etc. También le animamos a leer todas las notas iluminadoras sobre los versículos que mencionamos. Si vive en los Estados Unidos, puede pedir una copia gratuita del Nuevo Testamento Versión Recobro aquí.