¿Qué tipo de persona puede ser salva?

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Aveces nuestros lectores nos hacen preguntas y aunque aveces no podemos contestarlas todas, pensamos que responder a uno de nuestros lectores sobre que tipo de personas pueden ser salvas, puede ayudar a muchos otros. A continuación se encuentra nuestra respuesta en forma de carta.

Estimado lector:

Gracias por enviarnos esta pregunta en respuesta a la entrada de nuestro blog: “¿Cómo puedo tener la certeza de que verdaderamente soy salvo?. Aquello que le preocupa es que usted no sea la persona correcta para ser salva.

Comenzaremos por mirar en la Biblia que significa ser salvo. Juan 3:16 dice:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no perezca, mas tenga vida eterna”.

Este versículo nos muestra el amor que Dios tiene por la humanidad, un amor tan grande que dió a Su Hijo unigénito, Cristo Jesús, para morir por nosotros. Debido a esto, tal y como el versículo claramente lo dice, cada persona en el mundo, cada uno de ellos pecaminoso y caído, puede ser salvo de la perdición y recibir la vida eterna por medio de creer en Cristo Jesús.

Pero una buena pregunta que debemos hacernos aquí es: ¿por qué es necesario que las personas sean salvas?

Para responder a esto, debemos ver que la Biblia nos dice que Dios creó a los seres humanos puros, vasos sin pecado para contenerle y expresarlo. Esta era la intención de Dios para la humanidad. No obstante, la humanidad cayó debido al engaño de Satanás y fue contaminada con algo que es contrario a la naturaleza de Dios: el pecado. Ya que Dios, quien es santo, no podía entrar en un vaso pecaminoso, todo indicaba que Dios ya no podría lograr Su propósito con la humanidad.

Dios podría haberse dado por vencido con el hombre, sin embargo, en vez de eso, Dios se hizo un hombre llamado Jesucristo. Jesús murió en nuestro lugar para pagar la deuda por todos nuestros pecados y redimirnos de vuelta a Dios para el propósito de Dios. Luego, Jesús resucitó, y en la resurrección, Él se hizo el Espíritu vivificante que ahora está disponible para las personas a cualquier hora y en cualquier lugar. De modo que, según Juan 3:16, cuando una persona cree en el Señor Jesús, el Hijo de Dios y Salvador del mundo, esa persona no perecerá, sino que tendrán vida eterna, la vida de Dios.

Juan 3:16 usa las palabras “creer en” frente a “creerle”. “Creerle” [en Cristo] es meramente creer que Cristo existe. Pero “creer en” Cristo es recibirle. Es abrirle nuestro corazón y recibirle como nuestro Salvador. Cuando hacemos esto, recibimos el perdón de nuestros pecados, y la sangre de Jesús derramada en la cruz nos limpia. Por medio de Su muerte, somos redimidos de vuelta a Dios.

No obstante, aún hay más. Cuando creemos en Cristo, recibimos a Cristo en nosotros como nuestra nueva vida y persona. Es decir, nacemos de nuevo con la vida divina de Dios. De esta manera, somos traídos de regreso al propósito de Dios para el cual nos creó. Dios en Cristo viene a vivir en nosotros, y llega a ser nuestro nuevo origen y energía divina para despojarnos de nuestra vida pasada de pecado a fin de vivir una vida nueva que le agrade y exprese..

La Biblia dice en Romanos 10:9 que “si confiesas con Tu boca a Jesús como Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.

Usted puede ser salvo ahora mismo al hacer esta oración con un corazón sincero:

Señor Jesús, confieso que soy un pecador. Señor, gracias por amarme y morir por mí en la cruz. Perdona mis pecados y lávame con Tu sangre preciosa para de esta manera ser un vaso limpio. Señor creo en Ti, y te recibo ahora mismo. Señor Jesús, entra en mi como mi vida. Gracias Señor. Amén.

Le damos gracias al Señor que Él ama a cada uno de nosotros y desea que todos los hombres sean salvos. Esperamos que esta respuesta le sea de ayuda.