¿Cómo puedo ser salvo?
¿Sabía usted que la Biblia nos dice que Dios nuestro Salvador quiere que todos los hombres sean salvos? Esto lo incluye a usted.
Pero podría preguntarse: ¿Por qué necesito ser salvo? Incluso podría pensar: No soy tan malo. No necesito salvación.
En realidad, cada persona necesita ser salva porque todos somos seres humanos caídos. Sin excepción, todos hemos cometido pecados. La Biblia nos dice en Romanos 3:23 que «todos han pecado, y carecen de la gloria de Dios”. Esto significa que todo ser humano es un pecador, sin importar su origen étnico ni su nivel socioeconómico o educativo.
Dios debe juzgar a los pecadores porque Él es santo y justo. Aunque Dios nos creó y nos ama, Él no puede simplemente pasar por alto nuestros pecados; Su justicia requiere que nos juzgue. Así que, bajo el juicio de Dios, en la actualidad nuestros pecados nos separan de Dios; luego, después de morir, sufriremos perdición por la eternidad. ¡Es por esto que necesitamos ser salvos!
Debido al inmenso amor de Dios por nosotros, Él hizo posible que seamos salvos. Él envió a su Hijo, Jesucristo, a morir en nuestro lugar. En la cruz, Jesús como Cordero de Dios sin pecado llevó el juicio por todos los pecados de toda la humanidad. Como prueba de que la muerte de Jesús en la cruz fue aceptada para nuestra redención, Dios lo levantó de entre los muertos.
Hoy Jesucristo vive en resurrección y ahora es el Espíritu vivificante. Todos los que creen en Él son perdonados y lavados de sus pecados. La separación entre ellos y Dios es quitada y son salvos del juicio eterno. Además, son regenerados, es decir, nacen de nuevo con la vida de Dios. ¡Tantas cosas maravillosas suceden cuando una persona es salva!
Entonces, ¿cómo puede usted ser salvo?
Por el lado de Dios, Él ha hecho todo lo necesario para salvarnos. De nuestro lado, la Biblia dice que debemos arrepentirnos y creer para ser salvos.
Arrepentirse simplemente significa tener un giro o cambio en nuestra mente. Antes de ser salvos, vivimos separados de Dios, y nuestros pensamientos están en contra de Él. Así que arrepentirse significa que nos volvemos de todo lo demás a Dios. Reconocemos que somos pecadores y que necesitamos ser salvos.
Además, debemos creer en Jesús como nuestro Salvador que murió en nuestro lugar y derramó Su sangre para obtener perdón por nuestros pecados. El corazón de amor de Dios nos extiende Su salvación. De nuestra parte, sólo nos corresponde recibir esta salvación al creer.
En la Biblia, Romanos 10:9-10 dice:
“Si confiesas con tu boca a Jesús como Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación”.
A fin de ser salvo, usted debe confesar abiertamente con su boca que Jesús es Señor. Esto significa que usted tiene la profunda convicción de que Jesucristo es el Señor de todos, y lo dice en voz alta. Confiesa que Jesús no era un hombre ordinario sino el Hijo de Dios que se encarnó como hombre, vivió una vida perfecta y sin pecado y murió en la cruz por sus pecados. Además, debe creer en su corazón que Él fue levantado de entre los muertos. Entonces Él, como Espíritu vivificante, entrará en su espíritu; usted será perdonado de todos sus pecados y nacerá de nuevo con Su vida eterna.
Puede recibir el regalo de la salvación que Dios efectúa simplemente al orar esta oración:
“Señor Jesús, me arrepiento y me vuelvo a Ti ahora mismo. Gracias por soportar el juicio que me correspondía y derramar Tu sangre en la cruz. Gracias por morir por mí y perdonarme de todos mis pecados. ¡Confieso que eres Señor! Creo que resucitaste de entre los muertos. Te recibo como mi Salvador y mi vida. Ven y vive en mi espíritu. Gracias, Señor Jesús. Amén”.
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